Curriculum Fuero Militar Ponencias Reflexiones Contacto
<< regresar
PONENCIAS
Transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos y derivados.
Martes 17 de Junio de 2008
PETROLEO Y LA SEGURIDAD NACIONAL
 
Cuando egresé del H. Colegio Militar en 1958, fui destinado al 3er. Batallón de Artillería para prestar mis servicios como Subteniente de esa arma en la Plaza de San Juan Teotihuacán. En varias ocasiones desempeñé el cargo de Comandante de partida militar en las Plazas de Otumba y Venta de Carpio, Edo. de México. El principal objetivo de estas comisiones era patrullar los ductos de petróleo y gas de PEMEX en esas zonas, para evitar saqueo de combustible y actos de sabotaje a esas líneas estratégicas que surten a la capital.

Como Teniente Ingeniero Constructor en 1966, fui comisionado a la Plaza de Tampico, para edificar la Cd. Militar en Tancol Tamps. Fue en 1969 cuando se presentaron las explosiones de los tanques MU de la Refinería de Cd. Madero, e incendios del aceite derramado, y cuando por primera vez el Ejército implementó la aplicación del Plan DN III para intervenir en auxilio de la población civil en casos de desastre y de necesidad pública.

La Comandancia de la 8ª. Zona Militar ordenó que se integrara la Primera Fuerza de Tarea con las tropas combinadas de Ingenieros, Zapadores, Infantería y Caballería, que nos encontrábamos destacados en Tancol. Aplicamos un operativo técnico, junto con los ingenieros petroleros y obreros de PEMEX, para controlar el fuego y evitar que calentara el resto de los tanques y produjera su explosión.

Mientras participábamos no pudimos evitar algunas explosiones sucesivas e incendios, que desafortunadamente produjeron quemaduras importantes a nuestro personal y costaron la vida a dos de nuestros soldados, de los cuales únicamente rescatamos restos de ropa y botas calcinadas.

Al consumirse el aceite que habíamos confinado, se apagó el incendio, cesaron las explosiones, se salvó el almacenamiento de petróleo en los tanques contiguos y conseguimos la seguridad de los habitantes de las colonias cercanas a la refinería.

Al iniciar la construcción de instalaciones complementarias para las tropas del 30º. Batallón de Infantería en Villa Cuauhtémoc, Ver.; el viejo edificio que alojaba a la comandancia del batallón, a la entrada tenía inscrito:
 
“ACHTO TONAHUAN TOTAHUAN INTLAN”
 
Que en idioma náhuatl significa: “Aquí la tierra de nuestros antepasados y nuestros dioses es primero”. Fueron mandadas grabar en 1927 por el C. Gral. de Div. Cándido Aguilar cuando era Comandante de Zona Militar en esa región, entonces ocupada por las compañías petroleras extranjeras. Al reflexionar sobre su significado, comprendí cuál debía ser mi patrón de vida en el Ejército y la Nación.

En 1972 como Capitán 2º. fui destinado a la 16ª. Zona Militar con sede en Irapuato, Gto. Acababa de arribar cuando una vez más se presentaba otra emergencia relacionada con el petróleo. Entre Empalme Escobedo y Comonfort, dos vagones tanque de 40 tons de un tren, cargado con metrol con poder explosivo equivalente al TNT; presentaron fugas y comenzaron a incendiarse, amenazando con detonar y afectar los vehículos de la carretera y la población cercana.

Fue requerida la presencia del ejército; determinamos vaciarlos en forma controlada con impactos de balas. En la operación de desenganchar los vagones se quemaron dos trabajadores ferrocarrileros, uno de ellos falleció.

En 1978 cuando empezó a construirse el Troncal del Sistema Nacional de Gas de 48 y 42 pulgadas de diámetro de Cactus, Chis., a Reynosa, Tamps.; participaban ejecutivamente 47 compañías constructoras mexicanas y 60 transnacionales para asesoría técnica. Por las dificultades de la obra, el continuo chantaje tecnológico de las empresas extranjeras sobre las nacionales, el de ambas para extorsionar a PEMEX; y las declaraciones de un alto funcionario del gobierno americano, que los Estados Unidos intervendrían en cualquier lugar del mundo donde sus aprovisionamientos de energéticos se vieran amenazados; el Presidente José López Portillo, ordenó que intervinieran las Fuerzas Armadas en la ejecución de ese proyecto para evitar estos atropellos.

El Srio. de la Defensa Nacional C. Gral. Félix Galván López, ordenó que nos preparáramos para realizar los trabajos en el tramo de gasoducto de 42” de diámetro comprendido entre San Fernando, Tamps., y Los Ramones, N.L. La misión era difícil porque no teníamos equipo, maquinaria, tecnología, ni siquiera idea de cómo hacer la obra. La responsabilidad, el sentimiento del deber y nuestra disciplina, consiguió que nueve Ingenieros Constructores Militares, nos pusiéramos a estudiar y preparar a la gente para esta tarea. En tres meses adquirimos la tecnología y capacitamos a nuestro personal. PEMEX y las compañías requirieron de veinte años para habilitar a sus ingenieros en Alaska y Arabia Saudita para este ducto.

En el lapso de otros tres meses concluimos 40Km de obra terminada de gasoducto, ayudamos en 70Km de obras especiales y en la construcción de la estación de medición en Los Ramones. Los trabajos se concluyeron a tiempo el 19 de Febrero, y fue inaugurado en nuestro tramo el Troncal del Sistema Nacional de Gas por el presidente de la República, el 18 de Marzo de 1979.

El presupuesto asignado para nuestro tramo fue de 147 millones de pesos, varias veces menor al de las compañías. Devolvimos 36 millones en efectivo a la Tesorería de la Nación y 10 millones fueron destinados a necesidades de la SDN. Maquinaria y equipo con valor real de 65 millones, y precio comercial de 80 mdp, fueron entregados a la SCT y la SDN.

Nuestro costo real de operación fue de 36 millones de pesos, que comparados con los precios de tramos similares realizados por las empresas fue determinantemente más bajo. También hay que disminuir 15 millones de sobreprecio de la maquinaria y equipo donado a la Nación.

De este tamaño es la rapiña que se genera en PEMEX con las obras.

Cabe mencionar que nunca le dimos un peso a ningún funcionario de PEMEX o al sindicato. Por su trascendencia transcribo la alusión del Presidente de la República a las Fuerzas Armadas Mexicanas, en su 3er. Informe de Gobierno en 1979: “Las Fuerzas Armadas en 1978-1979, además de incidir en la vida nacional en tareas de alfabetización, reforestación, protección de bosques, tareas topográficas en regiones agrestes, distribuir agua potable en zonas áridas, y auxiliar a la población civil en los desastres, y combatir el narcotráfico; contribuyeron al tendido de ductos y a la custodia de instalaciones vitales para la vida del país”.

Sin embargo, el gobierno estadounidense, nos castigó por esto, y una obra proyectada para conducir 2,400 millones de pies cúbicos de gas diariamente, jamás se llevó a Reynosa, para surtir el energético equivalente a 180 millones de b/d a EU; y tuvo que ser desviada a Monterrey, donde sólo se aprovecha su eficiencia en menos de 20%.

Al reflexionar treinta años después sobre estos eventos, me pregunto ahora:

-¿Qué hubiera pasado si los propietarios ó socios de PEMEX hubieran sido empresas transnacionales, con dirigentes y capitales extranjeros?
-¿Nuestros mandos nos hubieran dado estas órdenes para servir a intereses supranacionales?
-¿Tendríamos la obligación de cumplirlas?
-¿Estaríamos tranquilos si fueran otras tropas privadas contratadas por las compañías extranjeras las que cumplieran estos cometidos, como ocurría hasta antes del 18 de Marzo de 1938?.

Pienso que hubiéramos estado ante un gran conflicto de conciencia, y ninguna decisión en el sentido de cumplir la orden ó desobedecerla, habría sido la adecuada para la disciplina militar y el sentimiento de la responsabilidad que deben regir la conducta de un buen soldado.

Cuando una Nación es obligada a compartir su territorio y sus recursos naturales, el ejercicio de su soberanía se dificulta y se convierte en mera ficción. Nuestra vida nacional, es obra de la razón y de la historia.

Creo firmemente que la propuesta de modificar la Ley Reglamentaria para violentar el espíritu del artículo 27 Constitucional es equivocada. Darle entrada a las empresas y capitales transnacionales, es dársela también a los gobiernos que las representan. El petróleo es, ha sido y debe seguir siendo de los mexicanos.

La historia de PEMEX es la historia de México durante el siglo XX, ha sido el sustento clave de la economía nacional durante 70 años; su evolución y ahora su declive va paralelo al de la economía y nuestra soberanía. Hasta 1973 éramos un país importador de petróleo y casi no importábamos gasolina. En 1974, con el descubrimiento de nuevos yacimientos en Chiapas y Tabasco, fue posible disponer de una producción de crudo que permitió suspender su importación y contar para exportación con 35,000 b/d de crudo, 10,000 b/d de diesel y 15,000 b/d de combustóleo. En el mes de agosto la producción fue de 635,000 b/d de crudo, suficientes para atender el requerimiento interno.

En 1975 pasamos a extraer 830,000 b/d que definitivamente nos convirtió en exportador; y redujo las importaciones de productos petroleros en 42%.

En 1977 con el descubrimiento de los yacimientos de Cantarell, Chiapas y otros, nos convertimos definitivamente en exportadores importantes de petróleo. Durante los primeros 9 meses, se extrajeron 496,000 millones de m3 de gas y sólo se exportaron 3,000 millones. Hasta entonces no se solicitaba capital de riesgo en PEMEX.

Para 1980, nuestras reservas de petróleo crudo certificadas y autentificadas internacionalmente, nos señalaban como el 5º. lugar productor en el nivel mundial:

Probadas: 60,126 millones de barriles
Probables: 38,042 millones de barriles
Potenciales: 250,000 millones de barriles
Duración: 60 años

Aunado a lo anterior, considérense los más de 20 000 Km de litorales fósiles en el subsuelo y un millón 800 mil Km2 de plataformas de cuencas sumergidas; localizadas en profundidades debajo de nuestra orografía y lechos marinos: en Chiapas, Tabasco, Veracruz, Campeche, Coahuila, Nuevo León, Baja California, el Portal del Balsas, Golfo de México y el Pacífico; atrapadas en cientos de estructuras que contienen diversas modalidades de hidrocarburos, que significan que prácticamente toda la superficie de nuestra República posee recursos petroleros.

La extracción total de petróleo desde 1978 al 1º. de Enero de 2007 fue de 30, 771 millones de barriles.


En 1980 la extracción diaria fue de 1millón 935,670 b/d.

En 2003 fue de 3 millones 370 900 b/d. Lo cual significó un 74% de incremento en 23 años en la extracción de crudo, es decir un 3.22% anual.

El volumen de las exportaciones diarias de petróleo crudo en 1990 fue de 1 millón 277 mil b/d. En 2006, 1millón 892 000 b/d. Lo que significó un incremento de 48% en 16 años, equivalente a 3% anual.

Las exportaciones a Estados Unidos en 1990 fueron de 771 mil b/d. Y en 2006 de 1 millón 686 mil b/d. Lo cual refleja un incremento de 119% de la exportación a ese país. Que significa un incremento de 7.42% anual.

De las cifras anteriores concluimos, que si hemos extraído del subsuelo 30 mil 771 millones de barriles en 30 años, tenemos petróleo para otros 30 más, sólo de nuestras reservas probadas, a un ritmo de explotación de 3 millones de barriles diarios; y si no exportamos, para sesenta años.

Si consideramos los volúmenes de las reservas probables, tenemos petróleo para otros 30 años más, para nuestro consumo y exportación, y 60 si no exportamos. De las reservas potenciales si las seguimos trabajando, supongo que estaríamos hablando realmente de otros 30 mil millones de barriles, que podríamos convertir en reservas probadas, y otra cantidad similar como probables. Tenemos petróleo para más de cien años.

Creo firmemente que los datos actuales que los funcionarios nos están presentando no son reales, y únicamente se trata de maquillar las cifras para justificar las modificaciones a la Ley Reglamentaria.

Se deduce también, que se ha efectuado un deliberado saqueo de nuestras reservas; se hicieron crecer indebidamente y sin justificación las exportaciones, sobre todo a Estados Unidos, aunque el capítulo energético en letra haya quedado fuera del TLC. Cada barril de petróleo crudo exportado, principalmente a este país, constituye un grave error y un paso a la cancelación del futuro de los mexicanos.

Pensemos en un México importador de petróleo ó que dependa de empresas transnacionales para contar con este recurso; ó que comparta con ellas sus energéticos, únicamente por dependencia tecnológica. Sería un desastre, para evitarlo tenemos que recobrar la confianza en nosotros mismos y nuestro talento. Petróleo, alimentos, electricidad y agua, constituyen la base del desarrollo del país, máxima prioridad sin la cual no es viable ningún modelo de Nación.

Para dar paso a la privatización de PEMEX, nos engañan con la necesidad ahora sí de construir refinerías y que son muy caras, que no hay recursos, que los ductos están en muy mal estado, que la infraestructura de la empresa comienza a ser obsoleta, que seguimos desperdiciando el gas, que necesitamos de empresas privadas extranjeras para procesarlo y transportarlo; y como un regalo nos engolosinan con sacar el petróleo de la zona denominada “Hoyo de Dona”.

Cabe mencionar que el área de esa cuenca submarina es de 17,190 Km2, de los cuales a nosotros nos corresponde el 61.78%, es decir 10, 620 Km2, cuyo fondo marino va de 2,500 a 3,500 m. de profundidad. Esta tarea es por el momento poco viable, sobre todo si la comparamos con el 1,800 000 Km2. prospectados de ese recurso fósil en nuestro territorio.
 
Propuestas y Recomendaciones:

 Continuar las acciones de prospección y exploración de los posibles campos productores en territorio nacional y aguas de nuestros litorales poco profundas.

 En lo posible, reducir la explotación para exportación; no tenemos porque subsidiar las necesidades de hidrocarburos de los E.U, que por ahora satisfacemos en un 14% de su requerimiento.

 Dejar a PEMEX la mayor parte de sus ingresos para que pueda expander su industria de reposición de reservas, exploración, explotación, refinación, almacenamiento y reposición de ductos. Recordemos que se le grava sobre ventas y no sobre utilidades obtenidas.

 Construyamos refinerías. Si analizamos que PEMEX actualmente produce 3 millones de b/d y le consideramos un costo de 100 dls. por barril producido, significa un valor diario de la producción de 300 millones de dls. Si suponemos que una refinería se construye en 2,500 días y 3 de ellas pudieran costar 15 000 millones de dls., requeriríamos 6 millones de dólares diarios durante 7 años para construirlas, que significan el 2% del ingreso bruto que recibe PEMEX por la explotación de petróleo al día. Es una mentira que no tenemos dinero para construir refinerías y ser autosuficientes (hacemos notar que suponemos la producción total, porque aquí el petróleo también se vende). De esta manera dejaríamos de importar 300 mil barriles diarios de gasolina cuyo costo es de 40 millones de dls. diarios.

 De los 54 mil Km de ductos en tierra y 2000 Km submarinos su capacidad de transporte es adecuada, pero 40% (22,400 Km) presentan deterioro y deberán ser sustituidos en un futuro. Las condiciones del troncal principal del sistema nacional de gas, en sus 1,224 Km. de longitud, son satisfactorias y al estar subutilizado tiene un gran margen para absorber el flujo que se le asigne. La capacidad de los tanques de almacenamiento de todas las terminales receptoras y distribuidoras de gas y petróleo, están equilibradas, habrá que darles mantenimiento, y deberá ser incrementada de acuerdo con la producción.

 Dejar para después la explotación de la cuenca “Hoyo de Dona”, sin renunciar por ello a nuestro derecho sobre esos yacimientos.

Consideraciones finales:


Las Fuerzas Armadas Mexicanas son el pueblo en el servicio de las armas; forman con él una unidad inquebrantable. Constituyen la fuerza pública que garantiza la soberanía, la integridad del territorio, la seguridad interior y la independencia de la Nación. Son una instancia para garantizar la vigencia del derecho y el imperio de la Constitución. Conforman el sólido aval del Estado y encarnan el honor de México.

No deben ser usadas para reprimir al pueblo, bien encausadas, siempre han acudido a desarrollar las misiones más difíciles que requiere el servicio de la Patria.

Por las virtudes que se le inculcan a su personal, podrían constituir tropas azules de trabajo, que conjuntamente con científicos, investigadores, técnicos, ingenieros de la UNAM, Escuela Militar de Ingenieros, IPN, demás universidades e institutos tecnológicos del país; apuntalaran esta gran tarea de suplir la tecnología de las empresas extranjeras y apoyar a PEMEX. Ya lo han demostrado varias veces y lo podrían hacer una vez más; por tratarse de una tarea de seguridad nacional.

Estén bien seguros que si hay que ir a las profundidades del mar a sacar ese petróleo, unidos lo vamos a lograr.

Entendamos que México no debe convertirse por carencia de tecnología, en un país exportador de hombres y de hidrocarburos; tampoco en importador de capitales. Si queremos que nuestro país sea libre y soberano tenemos que ser autosuficientes.

La historia de México es la lucha contra el colonialismo y sus vestigios. México pagó ya en ella el valor de sus anulaciones revolucionarias. Nuestra Constitución garantiza el ser y el devenir de la República. No es momento de volver atrás.

Convoco a los tres Poderes de la Unión que reflexionen, que tienen ante sí una gran ocasión para servir al pueblo, para que sepa que no lo abandonan y están a la altura de su responsabilidad y de su tiempo. A todos los mexicanos y mexicanas a concientizarse que son tiempos de hacer cosas grandes por la patria y debemos ser grandes para ello, porque no se pueden hacer cosas grandes con hombres y mujeres pequeños.

Pensemos en México, luego en México, siempre en México, porque ahí es dónde está nuestro deber.
 
 
“ACHTO TONAHUAN TOTAHUAN INTLAN”
 
© 2011 | Todos los derechos reservados.